LA RUPTURA DE REINO UNIDO Y LA UNIÓN EUROPEA
Seguramente habréis oído hablar en estos últimos años del término "Brexit" , y la gran polémica que está causando en Reino Unido y en definitiva en toda Europa, ya que es un acontecimiento que envuelve a la Unión Europea, pero ¿Qué significa más exactamente?
El término
“Brexit” hace referencia a la salida de Reino Unido de la Unión Europea, esta
palabra es un acrónimo de los vocablos “Britain”, Gran Bretaña y “exit”,
salida. Según el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, en conformidad
con las normas constitucionales, todo país miembro de la Unión Europea puede
decir su salida, tras esto, la UE negociará la retirada de dicho país de la
Unión y las futuras relaciones.
Este proceso
se dio para Reino Unido tras el referéndum del día 23 de junio de 2016 y la
notificación de su retirada al Consejo Europeo el 29 de marzo de 2017. En
este momento se impone un acuerdo de retirada, el cual establece las
condiciones de la salida de Reino Unido de la UE. Dicho acuerdo impone un
periodo de transición hasta el 31 de diciembre de año 2020, este periodo podría
haberse ampliado hasta 1 o 2 años en un mutuo acuerdo entre Reino Unido y la
Unión Europea, pero debió haberse ejecutado antes del 1 de julio de 2020, fecha
ya pasada, por lo que se puede afirmar que no se realizará. Durante dicho
periodo se trata a Reino Unido como si fuese un Estado miembro y se le aplican
los Derechos que otorga la UE, además, este es el momento de negociar las
relaciones futuras que la Unión mantendrá con el país que se retira.
¿QUÉ OCURRIRÁ CON LA ECONOMÍA BRITÁNICA TRAS EL "BREXIT"?
Lo cierto es que los economistas británicos se encuentran divididos en cuanto a las previsiones de la relación comercial que Reino Unido mantendrá con el resto de Europa, algunos se posicionan ante la idea de que la salida del país de la UE mejorará las perspectivas económicas, sin embargo, otros tienen la idea de que el país tendrá una peor relación con la UE en 2021, lo que puede dejar a la economía británica atascada de forma permanente a causa del “Brexit”.
En el
gobierno británico las opiniones son muy variadas también, el ministro de
Hacienda, Sajid Javid, declaró: “El Brexit incrementará la confianza en la
economía y eso se traducirá en más inversiones y más creación de empleo”,
Julian Jessop, miembro del Instituto de Asuntos Económicos, también estaba de
acuerdo con esta mejora de la confianza e incremento de las inversiones.
En el lado totalmente opuesto encontramos a John Springford, economista jefe del Centro para la Reforma Europea, quien ha declarado que la expectativa de que la economía británica mejore tras el “Brexit” no tiene sentido alguno, ya que se reducirá notablemente la actividad de las empresas que dependen de la libre circulación de personas o del comercio.
A pesar de
estas diversas opiniones, las perspectivas a largo plazo dependerán del acuerdo
que negociarán Bruselas y Londres a final de año, y todos los economistas,
independientemente del lado en que se posiciones coinciden en que aún existe
mucha incertidumbre sobre el “Brexit”. Los economistas también coinciden
en el hecho de que el referéndum afectó a la inversión y la confianza
empresarial. Dicho referéndum, según datos del Centro de Investigación en
Política Económica, incrementó los precios al consumo un 2’9% y el gasto de los
hogares británicos en 870 libras al año.
Si la libra
se recupera, estos precios bajarían, pero hasta ahora la moneda ha subido solo
un 3’5% frente a las principales divisas tras el referéndum, y a menos que suba
más, los beneficios del Brexit serán relativamente pequeños. Valorando
estos datos, es probable que los beneficios prometidos por los
pelíticos ingleses y derivados del “Brexit” no se alcanzarán hasta
el segundo semestre del año, si es que lo hacen.
¿QUÉ CAMBIOS TRAE CONSIGO LA SALIDA DE REINO UNIDO DE LA UE?
La salida de
Reino Unida de la Unión Europea supone un enorme cambio que altera el escenario
político y económico del país, y el cual llegará a los ciudadanos y empresas en
2021 debido al periodo de transición hasta el 31 de diciembre de 2020 ya
explicado. A pesar de la existencia de dicho periodo, y de que aún el “Brexit”
no este, totalmente impuesto, ya no hay eurodiputados británicos en el
Parlamento Europeo, ni asiento para el jefe de Gobierno de Reino Unido, Boris
Johnson, en las reuniones de líderes, así mismo, Reino Unido ha debido
abandonar el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
El 1 de enero de 2021, Reino Unido comenzará de manera oficial a ejercer como un país independiente de la UE, lo que supondrá una serie de cambios para los europeos en Reino Unido, los británicos que se encuentren en otros países de la UE y las empresas británicas.
CAMBIOS PARA
LA CIUDADANÍA BRITÁNICA Y EUROPEA.
Unos 3'8 millones de europeos residen actualmente en Reino Unido, estos ciudadanos podrán solicitar el estatus de "asentado", el cual protegerá sus derechos tras la imposición del "Brexit". Pero cuando la libre circulación de personas que quieran viajar, estudiar o residir en el país deberán atenerse a las normas migratorias que el Gobierno británico decida establecer. Aunque este aún no ha confirmado nada, se prevé que, para solicitar el permiso de residencia en Reino Unido, aquellos con una oferta de trabajo deberán tener asegurado un salario mínimo y los que deseen viajar para buscar trabajo, deberán someterse a un sistema de puntos similar al que se encuentra vigente en Australia.
En cuanto a
los 1'3 millones de británicos que viven en otros países de la UE, no
percibirán grandes cambios por el momento, ya que los 27 socios de la UE
mantendrán los derechos adquiridos por los británicos ya que residen el esos
países, aun así, cada país regulará su nuevo estatus legal.
CAMBIOS PARA
LAS EMPRESAS.
Durante el periodo de transición, las importaciones y exportaciones de mercancías en el canal de la Mancha continuarán igual, será a partir del 1 de enero de 2021, cuando Londres pactará con Bruselas un acuerdo de libre comercio. El objetivo de Boris Johnson es comerciar con cero tarifas, pero por parte de la normativa comunitaria se prevé que podrían establecerse nuevos controles de aduanas.
En cuanto al
sector financiero, Bruselas debe estudiar si acepta que los bancos y
aseguradoras de Londres puedan continuar accediendo a sus clientes
continentales.
Elena Pérez P.
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